Éxito de la 1ª manifestación de transportista en Barcelona
La nueva regulación de la Zona de Bajas Emisiones expulsará a más del 50% de los transportistas que en la actualidad realizan la distribución en la Ciudad condal y su área metropolitana.
Las asociaciones de transportistas instan a las Administraciones locales a establecer una regulación realista que tenga en cuenta la actual situación crítica que atraviesa el sector por el alza incontrolada de los carburantes y el desajuste en el mercando de venta de vehículos.
Cientos de transportistas de mercancías por carretera de Barcelona han llevado a cabo este sábado 20 de noviembre por las calles de la ciudad la primera de las movilizaciones anunciadas contra la regulación de la Zona de Bajas Emisiones aprobada en su día por el Ayuntamiento de Barcelona, junto a los consistorios de su corona metropolitana y que limita muy gravemente la actividad de los transportista que diariamente prestan sus servicios en dicha área geográfica. Así, el próximo 1 de enero de 2022 tras la finalización de la actual moratoria, más de 6.000 vehículos pesados que hacen a diario la distribución y logística de Barcelona y que representan más del 50% de la flota según los datos oficiales del propio Ayuntamiento, será expulsados de la Zona de Bajas Emisiones.
Hay que tener en cuenta que la ZBE de Barcelona es una de las zonas de bajas emisiones más extensas y restrictivas de toda Europa, la cual abarca toda Barcelona capital y las ciudades limítrofes. Como han venido denunciando las asociaciones de transportistas, su aplicación no ha sido acompañada de las adecuadas modificaciones normativas para su aplicación específica y viable para el sector del transporte ni de una línea de ayudas para la renovación de la flota a las cuales se había comprometido la Administración para la reconversión del sector. La crisis económica resultante de la covid-19 no ha hecho más que incrementar las dificultades de reconversión del sector y que la entrada en vigor de la ZBE se haya convertido en traumática, al poner en serio peligro tanto la distribución de bienes y servicios en Barcelona, como los miles de puestos de trabajo que de ella dependen
Por eso, la Asociación General de Transportistas de Cataluña (AGTC) junto con el resto asociaciones del sector instan una vez más a las Administraciones locales a establecer una regulación realista, que tenga en cuenta la actual situación crítica que atraviesa el sector por el alza incontrolada de los carburantes y el desajuste existente en el mercado de venta de vehículos, ofreciéndose a seguir negociando con las Administraciones en defensa de los intereses de los transportistas afectados.
Fuente. FENADISMER
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